Ya lo dijo Antonio Machín una vez: «no te puedo comprender, corazón loco». Y, ¿quién puede? Desde luego, Diego «El Cigala» estuvo de acuerdo con él y repitió lo mismo, años después, a puro grito de «cantaor» y con fondo musical sonando a gloria en las manos del gran Bebo Valdés. Pero ya sea con la matemática elegancia del bolero o con la voz rasgada de lo «jondo», el deconcierto suena muy parecido: «¿cómo se pueden querer a dos mujeres a la vez y no estar loco?». Y quien dijo mujer, bien pudo decir hombre, claro está, pues de lo que se trata no es de acertijos que se resuelvan con respuestas sexuadas, sino de laberintos que apuntan una y otra vez al insondable corazón. ¡Ay, corazón loco!
Pero, por fortuna, hay formas de amar sin que la carne se alebreste y sin perder por ello el sagrado fuego de la locura. Es lo que nos reportan las artes, cuyo amor por unas es siempre una forma de acrecentar nuestro amor por todas las demás. Tal me parece que es la idea que alienta el bello programa «Innuendo», que se estrenará el próximo martes 5 de mayo, en Radio Nicolaita (México), y que tendrá una cita con todos sus oyentes, cada martes a partir de las 9h00 p.m (04h00 a.m, para los radioescuhas españoles), en: https://emisoras.com.mx/nicolaita-morelia/. Además, el programa contará con los pódcasts de cada emisión.
Su conductora, la periodista Liliana David -una joven, pero experimentada periodista, repleta de talento y belleza- nos seduce a todos con una tentación de música y cine a la que ningún sano corazón loco debería resistirse.
En una época asfixiada por el monopolio de la visibilidad y de las grandes corporaciones mediáticas que la promueven, urge encontrar oasis de calma y sensibilidad para espíritus rebeldes. ¿Qué mejor para ello que una suave voz de terciopelo llevándonos a través de las ondas hasta la música, por medio del séptimo arte?
En esta época crítica que estamos viviendo, tenemos la obligación de luchar por la esperanza y la responsabilidad con un mundo muy disitinto de este y mucho mejor que él. Además de las calamidades, se abren ahora nuevos caminos para la lucha cultural y la defensa de unos medios informativos liberados de ruido y repletos de pensamiento y de arte. Pero, para que esos caminos no queden sepultados bajo los cardos y las malas hierbas habituales, cada uno de nosotros ha de apoyar iniciativas como la de «Innuendo». Desde luego, el compromiso de mi loco corazón, ya lo tiene…