Discusión sobre una entrevista a Bernard Stiegler. Comentario en el Facebook del 25/11/2015 de Juan Escourido

En primer lugar: lo que me molesta de Stiegler, en la entrevista y en sus libros sobre democracia y tecnología, es lo que me molesta en un padre, en alguien que escojo como padre. Es decir: porque lo amo y me importa le recrimino que no es suficientemente bueno. Porque lo he escogido como padre le exijo más que a otros. Soy un patriota de Stiegler, podría decirse.

Mi fastidio es similar al que siento leyendo al Foucault de la Arqueología del saber. Con Foucault: ¿por qué dedicar tantas páginas y esfuerzos a rebatir a viejos estructuralistas?; ¿por qué no, en lugar de eso, continuar hasta las últimas consecuencias del análisis, dejando a los vejestorios pensar lo que quieran?; con Stiegler: ¿por qué, tras un diagnóstico tan certero, avanzar apoyándose en supuestos caducados? Sigue leyendo

Respuesta al comentario de un amigo, tras leer una entrevista a Bernard Stiegler en Le Monde, publicada en mi muro de Facebook el 23 de noviembre de 2015

Respuesta al comentario de un amigo, tras leer una entrevista a Bernard Stiegler en Le Monde, publicada en mi muro de Facebook el 23 de noviembre de 2015.

La tesis principal de lo que mantiene Stiegler en esta entrevista me interesa porque, en el contexto inmediato en el que estamos, nos ayuda a plantear el problema de la violencia de una manera más general e intempestiva. General, porque alarga la lista de coautores del mal. Intempestiva, porque a nadie le gusta saber que vive en países que pertenecen a esa lista.

Me refiero ahora a lo que tú, Juan, escribes al respecto. En este sentido me ciño a una primera versión de tu comentario, el cual, a pesar de tu posterior reedición, quedó registrado en mi ordenador. De esa primera versión destaco una frase: “su creencia en un poder conscientemente maligno (…), y su nostálgica asociación de empleo y perspectiva vital lo convierte en una voz un tanto ingenua”. Me detengo en el adjetivo (borrado en la edición siguiente) ingenua. Es interesante este adjetivo, porque hoy vive ampliamente asociado a una manera  teórica de ver la vida, es decir, a una manera descalificada como utópica, idealista, filosófica, ineficaz, sin hacerse eco de uno de otros significados posibles. Sigue leyendo

Por esta noche

“en esto se fue la bella alegría animal”
                                  Alejandra Pizarnik


Basta
cansado de la azul llama del dolor
por esta noche
cierro la luna vigilante
me aparto de mí a esperarme en mí
detrás de mis párpados vencidos
afronto el miedo a no ser
a no estar a no llegar
a no soñar con la bella alegría animal
que al otro lado del sueño todavía me late…

El último habitante

cómo podrás sobrevivir amor
detrás de tus heridas
el veneno enloqueció tus palabras
y se profanaron los signos de la belleza
en la frialdad de tu destrucción
el arrebato del dolor
traía un dolor más profundo
la confesión oculta de un arrepentimiento
y aún hoy lloramos en celdas vacías
sin piedad de nosotros
ni compasión de la noche
que pasa
con su horda de sombras
incendiando la casa de nuestro corazón
con frías llamas latiendo
y en soledad…

Amanece

Resultado de imagen de imagenes de amanecer
lenta    la luz   como siempre
fue abriendo surcos desde el lejano bostezo
del día
amanecía con su propio tiempo
y pintaba la vida oculta un cielo azul con aire de otoño
sobre las hojas caídas
entre las ramas algún pájaro cantó
entre las piedras hubo silencio
y durante unos instantes se podía imaginar
la paz de una remota madrugada de hombres…

Minientrada

A veces la locura nace de la soledad
la hace
la alumbra
el loco quiso hablar
compartir el secreto

Locura, supuesto cuadro de Maurice Utrillo, realizado para la película Modigliani (2004), dirigida por Mick Davis

pero se quedó solo
antes, se había ido
a ver las cosas desde el ángulo extraño
esperó la cita con alguien que nunca llegó
y el secreto del universo se reveló
en todo su ser
después quiso volver a casa
pero ¿qué casa
si los hombres no querían escuchar
que la locura y la soledad venían de tan lejos?..

Babel

Storm Over Tuzigoot National Monument, Arizona

Ren Mar photographie

 

Babel

nacieron las palabras después del gesto
y nos miramos con un mal presagio
anunciado en nuestros labios
tal vez nos escrutamos luego
en la noche primitiva y naciente
y sentimos el frío de la soledad en las entrañas
tal vez tuvimos terror de lo que vendría
pero ya nada de eso recuerda
nuestra remota memoria
remontamos entonces el río silencioso
y alcanzamos tan ansiado un sonido
buscamos en él algo de consuelo
pero nada hallamos
solo el golpe en el alma feroz de una palabra
extraña desconocida casi impenetrable
y oscuro debió de parecernos entonces el mundo
nuevamente
en aquella noche naciente y primitiva
imaginamos que nuestra altura
era superior a la altura de los dioses y la luna
y más oscura aún debió de ser la noche de entonces
que aún ahora te alcanza
cuando viste delante de ti otra forma otro enigma
otro extraño cuerpo génesis materia
tan cerca de ti y a la vez tan lejano
quisiste decirle hablarle enseñarle un nombre
quisiste comprender lo que ese cuerpo decía
pero todo fue en vano dolor inexpresivo de la piedra
pesaba el universo inescrutable en nuestros ojos
y pronto se llenaron de lágrimas sin fruto
lloramos juntos mudos balbucientes
y sin poder compartir los secretos de nuestro llanto
ese otro cuerpo y yo
ese otro yo y tu cuerpo
heridos cada cual por su lado
desgarrada la columna del lenguaje
se perdían irremediables el uno al otro
en una inconfesable distancia
tu kiara mardor
él sin saber respondía
tu kiara mardor
y ella sabiendo callaba
los pájaros volaban tan parecidos a nosotros
entre arcanos del canto y las montañas
¿era acaso todo igual a este impenetrable silencio?
¿la montaña no entendía al árbol?
¿el río no entendía a la corriente?
¿el mar no entendía al agua?
otros seres miraron a lo alto y algo musitaron
buscando un dios que los comprendiese
pero ese dios más allá del dios que habían creído debajo
nada quiso decirles
en su lugar e intraducibles
rugieron los truenos
bramaron los vientos
lloró amares la tempestad
aquel dios de las alturas
estaba mucho más lejos
el cuerpo delante de ti se conmovía
tus ojos frente a sus ojos se cerraban
desesperado mi cuerpo decía
diau mau lacte
diau mau lacte
con gritos carnales tu cuerpo rezaba
diau mau lacte
diau mau lacte
tú sin saber respondías
yo sabiendo callaba   Babel…